INDIGNACION SOCIAL POR LA TELEFARSA
El trabajo profesional del fotoperiodista Eduardo Miranda y la destacada reportera Marcela Turati, ambos de la revista Proceso, puso al descubierto una vez más, el cómo para la empresa Televisa, resulta sumamente fácil el hacer de una tragedia nacional, un tele-drama, más si para ello cuenta con recursos públicos y unidades oficiales a su servicio, como los tuvo a su disposición la señora peruana Laura Bozzo, para ir a fingir al estado de Guerrero, que ayudaba a los damnificados que todo perdieron y mucho requieren.
El gobierno del estado de México, facilitó a la mujer, -durante dos días- un helicóptero oficial perteneciente al Grupo de Rescate Aéreo Relámpagos para grabar “un especial” en el municipio de Coyuca, uno de los más afectados por la fuerza de la tormenta tropical “Manuel”, simulando el llevar ayuda y rescatar a desvalidos, todo para que las imágenes fingidas aparecieran en su programa de televisión, dedicado a la explotación del morbo, al montaje de dramas, a exhibir las peores miserias, empezando por la suya.
Pero la farsa de esta experta de la simulación, quedó al descubierto gracias a los periodistas, como también la utilización de recursos públicos para favorecer a la televisora que ofrece en su menú a los tele-espectadores, la grotesca imagen y el grotesco espectáculo de la “señorita Laura”, mujer con un pasado oscuro e historia criminal que por desgracia vino a aterrizar a México, donde conduce un programa cuyo concepto degrada a los medios de comunicación y que para definirlo bastaría con decir: Peor, imposible.
La mujer, carece de inteligencia y la suple con decibeles grotescos y desquiciados; explota vulgarmente presuntas historias de la vida común, con un estilo más corriente que ninguno.
Por ello ha surgido enormemente la indignación social ante el descubrimiento de la telefarsa que resultó ser su supuesta ayuda, su insólita colaboración en rescates, cuando en realidad México vive una tragedia de dimensiones mayúsculas que requiere de todas las manos, todos los esfuerzos y absoluta solidaridad para aquellos para quienes se convierte en una humillación, que en medio de la desgracia e historias desgarradoras sean utilizados como carne de sacrificio y morbo por parte de la televisora con fines de rating.
Si indignación social causa el actuar de estos mercaderes de la tragedia, no menos indignante es que sean instituciones oficiales las que les faciliten todo, que los recursos utilizados sean públicos y que una fulana extranjera, nociva en su país de origen y repudiada en naciones vecinas, vista un uniforme oficial de una corporación de socorro cuya labor es noble y porte la BANDERA NACIONAL MEXICANA en el brazo para fingir, para burlarse de los mexicanos, para humillar a los más pobres, ofender a los más desprotegidos y lucrar con el dolor de un México generoso que la recibió pese a que ella es sinónimo de lo más putrefacto y feo en cuanto a televisión se refiere.
No es extraño que ante la infamia, la sociedad mexicana se sienta ofendida y que a través de las redes sociales se organice la población para exigir la expulsión de Laura Bozzo de nuestro país, porque hay que subrayar que es de nosotros y por ello el gobierno de la República, concretamente el presidente Enrique Peña Nieto, están en la obligación de escuchar la voz y el reclamo ciudadano, para que se asuman las medidas necesarias para sanear de la televisión lo peor de esta y echar fuera de nuestras fronteras a quien ha venido a lucrar, ofender y humillar, amparada por un gobierno que al facilitarle todo, se convirtió en cómplice de esa humillación y esa telefarsa.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Twitter: @joelsanradar
Semanario AVANZANDO en Hidalgo 